La controversia rosa: ¿Por qué los nuevos carteles de la película de Barbie están generando polémica?

El rosa ya no es lo que era antes, el rosa no es solo un color para niñas, ¡el rosa ha evolucionado y Barbie lo sabe!

Barbiecore y la reinvención del rosa en la moda

La firma Valentino ha sido una de las responsables de la explosión del Barbiecore con sus propuestas para la colección otoño/invierno 2022/2023, cuando hizo del rosa el color destinado “a liberarnos de la realidad”.

En los últimos años, el rosa se ha ido despojando de esas pinceladas infantiloides del pasado y zambulléndose incluso en materia política y empoderadora (el denominado ‘millennial pink’ así lo demostraba). El color más dulce ha dado una vuelta a su significado en paralelo a la que Barbie le ha dado a su universo de la mano de la esperada película que protagoniza Margot Robbie.

Precisamente, el segundo tráiler de la película acaba de salir y su espectacular elenco acaba de ser desvelado. El armario es fruto del trabajo de la oscarizada Jacqueline Durran, responsable del vestuario de películas como ‘Mujercitas’, que demuestra con este cambio manejarse con maestría entre moda de época y en materia camp.

El rosa, la feminidad y la lucha por la igualdad

Fue en el libro 'Pink and Blue: Telling the Boys from the Girls in America' en el que la historiadora de moda Jo B. Poletti señala que la forma en la que vinculamos al rosa con la feminidad proviene de mediados del siglo XX, pues tras una breve fase unisex, en los 80 se recuperó el uso cromático como una forma de dividir el género aún más pronunciada que la que ya se vivió en los años 50.

Por supuesto en 2017 el rosa se puso guerrero al asociarse con las manifestaciones a favor de los derechos de la mujer, haciendo de los sombreros pussycat la antítesis de las gorras rojas que rezaban Make America Great Again. Por si fuera poco, el movimiento de mujeres Gulabi Gang, formado en 2006 por Sampat Pal Devi, es conocido popularmente como Gulabi o 'Pink' Gang porque sus integrantes visten saris de color rosa brillante y empuñan palos de bambú. Luchan contra la violencia doméstica y en aras de la justicia.

Por lo tanto, no es casualidad que precisamente cuando el rosa se vuelve combativo, la muñeca cuyo vestidor no puede ser más rosado cambie su enfoque y se erija ahora como la defensora de la diversidad y de la inclusión, las indiscutibles bases de la nueva película de Barbie.

La moda del largometraje, lejos de huir de la hiperfeminidad, la abraza con fuerza, demostrando así que lo hiperfemenino ni es patriarcal, ni responde irremediablemente a la mirada masculina. La estética girly se trata ahora de expresión personal y de no pedir perdón al hacerlo, y se aleja del pensamiento de que la feminidad es una herramienta del patriarcado para que las mujeres estén al servicio de los hombres.

Así nace la femmefobia y se expande el mensaje de que la feminidad no es aceptable. La interacción entre femmefobia y misoginia contribuye a la opresión de las mujeres en todo el mundo. Además, esta opresión se agrava en el caso de las mujeres que no se ajustan a los estándares de feminidad occidental, como las mujeres negras y las mujeres transgénero. Por lo tanto, es esencial que reconozcamos la existencia de la femmefobia y trabajemos para desmantelarla y construir una sociedad que valore y celebre la feminidad en todas sus formas.